Hola. No sé quién hoy por hoy leerá el blog; pero tengo la esperanza que si estás leyendo esto es: porque dejarás un comentario -sea cuál sea este-; o porque yo te lo pedí, y te amenazé con alguna de mis tantas amenazas absurdas que nunca concreto. Y no quiero dar un toque pesimista a lo escrito diciendo "hoy por hoy no sé [...]", me río cuando se comienza de mal forma, aunque a veces funcione.
Hoy es martes, tengo a mi perro Duque en mis brazos mientras escribo, y la verdad es que doy vueltas en las tantas cosas que puedo escribir, en el cómo puedo llenar de palabras este espacio sea verídico o no, escribir mil y una palabras y, sin embargo, no decir absolutamente nada.
Por lo tanto pondré todo mi esfuerzo en comunicar algo, esperando que marque un espacio libre de imaginación, tanto personal como colectivo, está bien?...ok, comenzaré diciendo que está toda la universidad en toma. Y lo más probable es que hoy vaya y me saque una foto fuera de la casa central para lucir el acontecimiento actual, que los medios de comunicación no muestran. Mi cabello está demasiado esponjoso debido a la humedad del clima - humedad_Javiera y los Imposibles- y supongo, tomaré mi abrigo escogido por mamá, para sentir calor en mi cuerpo cuando salga de esta habitación y me dirija al centro de la ciudad de Valparaíso. Debo almorzar primero, sí, lo haré. Ayer recibí la llamada de una de mis amigas, desde Coyhaique... fue gracioso, nos hablábamos entre dientes, en especies de códigos para no ser entendidas por los cercanos, y lo gracioso es que sí no entendíamos, aunque sólo parecieran murmullos y casi sollozos [...]"quién como tú que sale adelante" me dijo, y yo respondí, que ¡claro! ahora puedo decir, "salí", pero costó y demasiado, y pude sentir su sonrisa a través del aparato telefónico. Y me dijo otras cosas, que me hicieron reír bastante y aumentaron mi ego hasta donde debe estar.
Esperen voy a buscar algo mío, mío para escribir aquí y regalarlo, sí? -voy a mi pieza-.
Ejem, ejem, voy a empezar:
Siento que sí, merece un llanto más
miro un punto difícil de hallar
se encuentra perdido, muy lejos en el mar,
pero es lo que miro, lo que deseo encontrar,
aunque esté perdido,
aunque sea difícil de hallar
entonces, retraso el tiempo
Y soy dueño del aire y las olas
de escenas rasgadas por tornados, primaveras,
y palabas difíciles de constatar
es ahí donde tú entras
y acomodas tu sonrisa
calma al huracán y al rayo
y ya no miro desorientado
y no soy soberano de algo
me uno al punto perdido
y no me desligo, aunque esté limitado por el tiempo.
mayo/2008, entre la ventana de mi pieza y mi cama.
Acaba de llamar la Dani, otra de mis amigas, qué privilegiado puesto el de ser amigos. Recuerdo el cuento infantil de Mauricio Paredes: ¡Ay, cuánto me quiero!, libro que me atrajo en Curicó, hace unos días atrás, y me encantó. Me encantó el hecho de ver las cosas simples que de niños nos hacen felices -sonrío-.
Hoy por hoy, hay pequeños momentos, pequeños gestos que me hacen inmensamente feliz, tanto que mi corazón se hincha, y opto por arrugar mis ojos y botar una lágrima o sonreír al viento, sintiendo el frío de éste, qué agradable.
Si ya leíste todo esto, debes comentar, y ojo, no es por el típico hecho de ver quién comentó y qué sobre ti (como pasa con los flogs, donde corres a ver quién ha dejado un mensaje). Comenta, así me nutro de ti, y hago más que releer lo que escribo al abrir el blog, comprendes? quieres regalarme uno de esos momentos que me hacen feliz? pues te cedo el espacio =).
Tona.
"Y si algún día te caes, o te cansas de decirlo, yo estaré ahí" 2006.
Agradezco cada vez que recuerdo.