jueves, 15 de abril de 2010

No sé qué hacer. Quedan unos días, pocos.
La verdad es que creo que el Duque sabe que me voy. desde hace tres días está más regalón que nunca. Ahora mismo... está en mis piernas y me mira, con sus patitas me toca los brazos para que no tipee y me mira fijamente para que lo acaricie. Cuando llegué hoy, quiso jugar... y como ahora vivimos en casa, tenemos más espacio; corría de la cocina al baño y yo me escondía cerca de la escalera, luego me iba a buscar y, al verme, salía corriendo para el comedor... Le encanta jugar a las escondidas, juego que me reclama casi todos los días. Deseo tanto que alguien lo tome en cuenta como yo cuando me vaya.