martes, 8 de marzo de 2011

Lares Lares

No sé aún si me quedo un tiempo más en esta ciudad. No sé qué pasará luego de dos semanas y ni sé si realmente quiero saber. El futuro dejó de llamarme la atención hace un tiempo. Esté bien o mal, no importa realmente. Hay algo de este presente que me fascina y así quiero recordarlo siempre.

Hay muchos lugares que he visitado dentro de esta hermosa ciudad. Muchos, y nunca me he dado el tiempo de compartirlo.

Tea Garden (uptwon)  http://www.teagardeninc.com/

Me convenció por su estilo 'a lo natural', que en realidad, de natural, no sé qué mucho tendrá. Como espacio es ideal para ir y conversar en los sillones o para estudiar ubicándote en cualquiera de las mesitas que tiene. Se ubica en una esquina de Hennepin y la calle 26. La atención siempre es buena y puedes ir acumulando timbres con forma de hoja en una tarjeta pequeña cada vez que compres alguna bebida y, al completar los quince, te dan una gratis. Nada mal, nunca completo las quince del mes. ¿o es cada cuatro meses? No recuerdo.

La primera vez que fui, fue con Jenn. Yo había visto el lugar antes, pero no había tenido oportunidad de ir. Cuando estábamos en la caja y me preguntaron qué quería agregarle al té me dieron dos opciones: jellies, una especie de gomitas como las del osito Ambrosoli; y/o bubble tea (boba). ¿Qué es bubble tea? Lo peor que puedes comer en la vida. JAJAJAJA No... no es lo peor, pero saben... no, tampoco, no saben... no saben ni siquiera un poquito a té. Y la textura... realmente, fue una tortura.

Jenn: oh, Tona, you should get bubble tea, you are gonna like it, you are definately gonna like it.
Tona: but, what is it?
Jenn: Tona, you like tea! You are gonna like it!
Tona: Ok... you can add bubble tea.

Por alguna razón mi amiga ama estas gomitas. Mientras caminábamos por la calle y conversábamos de tantos problemas sociales que nos acarreaban como... (noria girando), comencé a darme cuenta que estas bolitas chiquitas no se acababan nunca y, cada cierto rato, me detenía, la miraba y le llamaba la atención: "en serio, Jenn, ¿por qué me hiciste pedir bubble tea?"; ella se reía a carcajadas intentando convencerme lo deliciosas que eran las muy. 

Todo lo demás dentro te Tea Garden es cómodo. Yo he ido unas veces a escribir o a leer o a hacer tiempo mientras espero a alguien a quien, por supuesto, no aconsejaría tener bubble tea en su bebida.