miércoles, 25 de enero de 2012

Lunes 16 de enero.

Stuart, mi amigo que vive en San Francisco, me habló de su amiga del colegio, en Tejas, que ahora estudia en NYC. Me dio su número y me contó que le había hablado de mí y mi semana de vacaciones por esos lados, a lo que ella respondió amablemente y se ofreció a ayudarme a recorrer la ciudad.


El mismo día en el que llegué a Manhattan, Erika y yo, comenzamos a mandarnos mensajes para programar el día siguiente; quedamos en encontrarnos a las once de la mañana en Union Square y de allí partir. 


El departamento de mi amigo en el cual me quedé, queda en la calle 36 cerca de la 3ra avenida. Por ser el primer día, decidí caminar hacia el lugar de encuentro, creo es la mejor forma de orientarse y reconocer una ciudad (y prefiero mil veces caminar), por lo que busqué en Google -¡san Google!- las direcciones para llegar, a lo que el sitio me dijo impetuosamente: 26 minutos.


En el camino, me detuve a sacar copia de las llaves del departamente en una tienda llamada Warshaw Hardware en la calle 21. Tienda bien pequeña y con todos sus productos peleándose por un espacio en esa habitación de 3x5 metros. Entré de manera ladeada y salí de la misma forma, la persona que me atendió fue muy amable y me hablaba del clima, conversación bastante común en cualquier lugar en este país, quizás la más fácil. Al salir, seguí caminando por la 3ra avenida hasta la calle 14, donde doblé a la derecha para caminar dos cuadras hasta llegar al lugar indicado por ella: "I'm outside of FOREVER 21."

Nos presentamos y partimos a recorrer la zona. Me preguntó qué lugares yo quería ver.

 Comenzamos con este lugar llamado Corrado en West Village ya que, como Erika dijo -y yo corroboro-, tiene el mejor chocolate caliente a base de Nutella. No me apasiona comer Nutella como pudín, pero la idea de un chocolate caliente me tentó, además, siempre cuento con mi buena voluntad para probar cosas nuevas :). ¡Fue el MEJOR chocolate caliente que he probado en mi vida! Y no exagero.

Después de tomar desayuno allí, caminamos a hasta las calles Bedford y Grove,
 donde, según internet, se encuentra el edificio usado como fachada para las tomas de la serie FRIENDS. Ni reconocimos bien el edificio, pero, bueh, supuestamente ese era. Antes de econtrar el adificio, nos detuvimos en Washington Square, donde conocimos a una personas que alimentaban a las palomas y trataban como mascotas. Cada una tenía un nombre, no, no cada una, pero algunas de ellas. Los nombres que recuerdo son: Chiqui, Gabriel, Sparky, Lala, Juana y Cinnamon. Andrea, Junito y... no recuerdo el nombre de la tercera persona, van a esta plaza a alimentar a las palomas y a hablarles. Son sus mascotas, pero son libres me decían. 


Desde allí nos fuimos a Upper West Side de Manhattan, que es la zona donde ella vive. Ella paga 1200 dólares por una pieza en un departamento para tres personas con baño, cocina y living compartido. Eso seria algo más de 600 mil pesos chilenos; CARISIMO. Sí, si quieres vivir en Manhattan, mejor ganar harto dinero.

Nos tomamos un té, descansamos y nos fuimos a caminar por el río Hudson.

El paseo estuvo precioso. Nos acercamos a un muelle y desde allí admiramos la majestuosidad de los edificios y el paisaje que nos daba el agua seguida por el sol.

Mientras avanzábamos nos íbamos acercando a la calle donde comienza Central Park. En esa zona se encuentra un centro comercial que tiene los dos restaurantes más caros de Manhattan. Obviamente una ridiculez, pero me llamó la atención que ella me lo contase como novedad mientras yo recordaba haber leído en internet que esos lugares eran parte de la MUST DO LIST, cosas que hacer en Manhattan... una broma, pensé, pero no. Un plato puede costar entre 200 y 400 dólares. Increíble. Increíblemente ridículo. 



Afuera de ese lugar nos despedimos y yo seguí camino a encontrarme con Matt. El primer día había sido todo un éxito, y los lugares caminados aún los tengo frescos en mi mente.



jueves, 19 de enero de 2012

Para ir desde  del aeropuerto hacia donde vive mi amigo, debí tomar primero el Airtrain hasta la estación Jamaica. Donde tomé el subway E hasta 53rd para cambiar al Downtown 6.  
En realidad, no fue así. Por motivos estructurales, el subway llegó hasta la calle 63, por lo que me salí allí y subí a tierra para caminar una o dos cuadras para tomar el Downtown 6  (subway) hasta la 33ra -siento que cometo el groso error al pasarlo a español plop!- y  Lexington ( Lexington, como el nombre del bar gay para chicas en la 19 entre Misión y Valencia) 
Todo esto gracias a un chico cercano a mi edad que quiso ayudarme. No creo que pareciera perdida, simplemente estaba mirando el mapa del subway... Y me sorprendí a tanta amabilidad.
La verdad es que la imagen que he tenido de Nueva York ha sudo la que me han mostrado en los medios, como toda percepción, no? Y por lo transmitido de persona en persona. Lo que había oído era que las personas en esta ciudad están en su 'volada', corriendo a todos lados son amabilidad alguna. Pero mi percepción ya el primer día cambió.

El chico se llama Duboce, y era de Guyana. Lleva más de diez años en Nueva York viviendo con su madre y hermana. Su padre y dos hermanos se encuentran en Sudamérica. 

Me hablaba de dios. De su religión y cómo le desagradaba que iglesias se enfocasen en obtener dinero en vez de profesar y prevalecer lo más importante; la palabra del señor.  Me explicaba que el rabino que se encuentra en una iglesia de Washington DC es al que él sigue, porque el entiende el sentido de la palabra y ha ayudado a personas enfermas de cáncer u otras enfermedades a curarse. Duboce vive en Bronx, y viaja una vez al mes a DC, cuatro horas en bus sólo para asistir a la misa de esa persona. El siempre sonríe ya que cree en el señor.

Yo le digo que no practico religión alguna, a lo que él responde que puede ver una chispa en mis ojos y que seré llamada en algún momento. Yo le sonrió. Después de todo me gustaba verle sonreír.

Más tarde, cenando con mi amigo comida hindú -que no es mi favorita-, comenté la conversación que tuve con con aquella persona en el subway. Cómo detener a alguien que habla de lo que cree y le hace feliz? Cómo se hace para seguir escuchando y hacer notorio que no se comparte la misma creencia? Como se hace para seguir camino sabiendo que la mente puede ser tan poderosa y una creencia tan cegadora?

Yo creo que el mundo es movido por acciones, no por supuestos... O palabras, las que, irónicamente, uso a diario.







(Cualquier error, sepan, escrito desde el iPod. Y sí, es mi excusa)

lunes, 16 de enero de 2012

15 de enero 2012

Mi vuelo a Nueva York fue a las siete de la mañana. Mientras escribo me encuentro en el avión, y me sorprende que para comer debas pagar, desde cuando sucede? O es sólo American Airlines? 

Me quedé dormida. Gracias a Lucy logré despertar dando un salto. Maldije por algunos segundos a la alarma del celular y a mi despertador del escritorio. Tenia en mi cabeza destellos de memoria del sueno que estaba teniendo en el que le preguntaba a un chico, un tanto preocupada y agravante; por qué yo le gusté, qué ocurrencia tuvo para tan desdichado sentimiento. Nada idílico, simplemente el de gustar algo o alguien.  Y estaba en un circo jaja.

Llegué perfecto al aeropuerto a agarrar el vuelo. Todo fue sacar el pasaje, seguridad, un jugo de guayaba y llegar a la cola para abordar. 

Me he puesto la meta de escribir todos los días un poco sobre cualquier cosa -mientras esté en Nueva York-. Ojalá sobre la ciudad en sí.  De verdad espero lograr esta pequeña meta. 

Tengo hambre. Con tanto trote ni alcancé a comer... Creo que compraré algo... Azafaaaaaaata!