jueves, 25 de noviembre de 2010

Hay momentos en los que todo va bien: no te asustes, no duran.


Jules Renard

sábado, 13 de noviembre de 2010

Pronto voy a contar un poco de algunos viajes. La verdad es que debería contar todo. como cuando perdí el avión o cuando llegamos a un hotel... que no lo parecía.
Supongo que todo lo haré pronto.

domingo, 24 de octubre de 2010

Seis meses

Seis meses de haber llegado a esta ciudad, seis meses y una semana de haber vuelto a este país.Cinco días de haber hablado al teléfono con Cristian. Cuatro de haber hablado al teléfono con Fito. Un día y algo más de haber hablado con mi madre y mi padrino, quienes estaban en Iquique, por lo que hablé con mi prima, mi primo y mi abuela. Una semana de haber hablado con Fede. Una semana de haber hablado con Sebastian. Dos semanas y algo de haber terminado mi amistad con Claire. Una semana y tres días que Renee dejó Minneapolis para irse a vivir a Chicago. Más de dos semanas que no hablo con mi padre. Tres días que no hablo con Jen. Más de dos semanas que no recibo correo ni no hablo con Vicky. Más de una semana que no hablo con Álvaro. Cuatro días desde que recibí el último correo de Jason. Tal vez cinco días desde que le pregunté a Lis si le había llegado mi carta. Tres días desde que le escribí un correo a mi hermano que aún no devuelve. Horas de haber hablado con Lawrence. Me parece que cuatro días desde que chateé con Arturo.
Tres días desde que le escribí a Ueli. Más de un año que no veo a Alejandra. Horas desde que abracé a Elyssa. Más de un mes desde que fui a ver a The Dave Matthews Band. Una semana desde mi primer examen en el college. Seis días desde mi ASL test. Más de seis meses que no como un completo, un choripan, o una empanada -de la buena, no la la seca y delgada que cociné en septiembre-. Casi dos semanas que escribí a Franco contándole todas las 'maldades' que he hecho. Más de dos meses queriendo saber o escribirle a Daniela. Un mes intentado llevarme bien con twitter. Tres semanas para ver a Joshua Radin. Un día y tres horas de haber dejado a Yulia en su casa. Seis meses que extraño a Duque. Seis meses que quiero ver a Consu y Vice... Extraño a mís tías. Cuatro años desde que quiero viajar a Coyhaique. Seis meses... quizás cinco desde que extraño las empanadas del Jardín del Profeta o un vinito con pizza del Ritual -más extraño la compañía que solía tener-. Probablemente más de un mes desde el correo que le escribí a Lynn. Más de un mes que no hablo con Pancho. Creo que una semana desde que no hablo fugazmente con Elliot. Segundos desde que he botado una lágrima -es que en estos tiempos ya no se llora, pues no hay tiempo-. Creo que cuatro días de haber recibido un correo electrónico de Caro, que me alegra las horas.
Tal vez cuatro años desde que quise ser escritora. Cuatro años desde que intento ser escritora. Tres años desde que me da por tirar líneas -mucho trabajo eso de ser escritor-. Semanas desde que he aprendido a compartir. Creo que cuatro años desde que me cansé de dejar semillitas en personas. Un año desde que he vuelto a creer en esas semillitas -menos mal-. Cincuenta minutos desde que me llegó al correo electrónico el diario El Mercurio, del cual suelo leer los títulos y rara vez me sumerjo en alguna columna, la que, en realidad, me lleva a buscar más información en internet, porque la de ese diario no es vasta. Tres días desde que me enamoré de la canción Lonely Lonely de Feist. ¡ah! Y tres días desde que canté apasionadamente Esta Vida Loca de Francisco Céspedes. Casi un día desde que me las di de cantante en la ducha con Un Año de Amor de Luz Casal -con matices y cuática-. Horas para cambiar todo de lugar en mi pieza. Horas de comenzar a estudiar para el día lunes y martes. Tal vez ocho días desde que cambié la letra J por la H para reírme -hahaha (¡qué tontera! Tenía que mencionarlo haha -nuevamente-)-. Horas de haber Jugado Jenga.
Minutos antes de ir a dormir. Desde siempre extrañando a quienes quiero. Sólo unos meses desde que extrañar a quienes quiero se vuelve tristeza -a ratos-.

Seis meses y una semana de haber dejado mi hogar.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Mix

Tenía diez u once años y me pasé toda una tarde con un CD y un caset tratando de crear un mix con las canciones del CD. Escribo mi edad y me siento tan torpe, pero cuando he leído sobre historias de otras personas que dicen 'diez', 'once' o 'doce' lo encuentro tan tierno, pero si se trata de mí... tch tch.

Como decía, pasé toda esa tarde creando mi remix de este CD. Cuando ya había terminado y orgullosa me dirijo hacia donde mi papá y mi hermano estaban, les digo:
-Miren lo que tengo, un remix, y lo hice yo-.
Mi papá y mi hermano me miran y demandan escucharlo SHÁ. Tomo la radio, pongo el caset en su lugar yyyyyyy PLAY.

Lo único que se podía escuchar era los diez segundos de cada una de las doce canciones del CD, principios que no daban fe sobre qué canción era y, peor aún, no contagiaban placer alguno. Nadie me enseñó a crear remixes jaja. Cuando volteé a la pregunta de mi hermano -¿qué fue lo que hiciste?-, explicándole mi cara se transformó en un bochorno mientras él y mi papá se reían a carcajadas.

Tan brillante.

jueves, 19 de agosto de 2010

Período no regido.

Y es que sucede que de pronto puedes ver un antes y un después. Y no vamos a decir que un antes y un después de un año, porque el año no comenzó un 1 de enero ni terminará un 31 de diciembre, no obstante, aquel hecho no da ventaja alguna sobre el transcurso de ese extraño y antisocial concepto llamado Tiempo. Digamos que el año comenzó un Abril y terminará un Mayo cualquiera. Que antes de aquél día todo era viejo, planeado, despedida, último; y, luego de este antes, todo era nuevo, esperado, vivido, carpe diemmitisado -palabra inventada-. Entonces, me queda un sólo sentir. El antes y el después se rigen por el período de tiempo abril-mayo (pertenecientes a distintos años), y serán parte de esos años que hace rato están estancados esperando ser recordados o mojados. Y, ¡paf! ¡qué sorpresa! Ya distingo en cuatro meses un antes y un después tan marcados que se me hacen irreconocibles -dentro de cuatro meses... ¡cómo es posible, si todavía son parte del presente!. Pero los tengo en mis manos, los palpo y abrazo.
Estoy contenta.

martes, 10 de agosto de 2010

Wild Horses - The Sundays

Sólo un rato me detengo. Porque sigo en este mundo.
Con esta canción, sólo un momento expongo mis imágenes:
La calle Baquedano en Iquique, casi de noche y una imagen borrosa... alguien saltando... ¡No! Alguien corriendo y girándose hacia la cámara, se acerca el invierno y hay viento, por lo que su cabello triste intenta arrancar... el viento es delicado.
Una calle de Coyhaique, escojo Ogana ¡no!, escojo Pratt... ¡no! Escojo Los Coihues, la calle que vi todos los días luego del colegio. Esas luces y los autos alejándose camino arriba, las manos tendidas y el camino de nunca acabar; mis piernas se doblaban y el aire se escapaba de mi boca. En invierno luchaba contra la física para llegar a casa.
Un momento de Curicó. Ese momento en que me perdía en la ciudad tan pequeña, en el que mi cabeza era minúscula entre medio de las calles y mi corazón se sentía gigante, enorme... inmenso. La plaza.
¡Conce y el miedo a la pasarela! ¡Valparaíso y sus escaleras!


Y la canción se me achica, se me acorta, se me deshace.

domingo, 2 de mayo de 2010

Viernes 30 de abril

Estoy en la mesa del comedor de la casa, haciendo llamadas, leyendo relajadamente y escribiendo postales -l s'e, de esa forma la lectura no es tan productiva D:-. Es entre chistoso y torpe mi forma de escoger una determinada postal para cada persona. Es algo as'i: "a ver... para tal persona escoger'e... 'esta... no, mejor 'esta... pero es que si mando 'esta, es como nada que ver, porque a esa persona no le gusta eso... mmm". Al final, me he demorado m'as en decidir que en escribir. Deb'i haber comprado muchas postales con un mismo diseno y san se acab'o.
He estado bien. Tan bien.

Oh, Capri...

PD: no tengo tilde, por eso la comilla... no tengo acceso a la configuraci'on de teclado en este notebook :).

jueves, 15 de abril de 2010

No sé qué hacer. Quedan unos días, pocos.
La verdad es que creo que el Duque sabe que me voy. desde hace tres días está más regalón que nunca. Ahora mismo... está en mis piernas y me mira, con sus patitas me toca los brazos para que no tipee y me mira fijamente para que lo acaricie. Cuando llegué hoy, quiso jugar... y como ahora vivimos en casa, tenemos más espacio; corría de la cocina al baño y yo me escondía cerca de la escalera, luego me iba a buscar y, al verme, salía corriendo para el comedor... Le encanta jugar a las escondidas, juego que me reclama casi todos los días. Deseo tanto que alguien lo tome en cuenta como yo cuando me vaya.
28/03/2010 Valparaíso, departamento en Caleta Portales.

Estaba viendo mi cuaderno de química año 2005, veía los ejercicios... ¡ya! no era un genio en matemática ni en química -la verdad es que no era genio en algo-, pero me agradaban estas materias demasiado, les ponía harto empeño. Estaba sacando libros, papeles y basuras varias de los muebles de mi pieza, porque sí, nuevamente nos mudamos. La verdad es que he terminado por comprender a mi madre and all that earthquake thing. Así que nos mudamos. Ha sido desagradable. Raramente, en estos minutos de sacar mis cosas y ver qué libros tengo, qué pocos he leído y qué cantidad quiero absorber -otro año más de espera-, es cuando cuando se remueven sentimientos, más bien han sido desenterrados a palazos y me doy cuenta que siento todavía, que hay momentos -como éstos- en que vuelvo a ser vulnerable ¡dios, cómo extrañaba ser vulnerable y poder ser atrapada por sensaciones! Nacen ganas de llanto, carcajadas y locura. Tengo a María Mena con Lose Control -ahora es otra canción, pero no recuerdo el nombre- (sacando cds de antaño). Tengo este cuaderno de química con esos ejercicios. En la primera hoja (se llama Shadow la canción), además de cogito ergo sum, dice en la parte de abajo: "¡qué rico y relajante es poder decir 'te amo'"... Y me siento ególatramente en mi propia película; es una escena biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiien cómoda. Mis pies están en la cama mientras me apoyo en esta silla y escribo.
Debo botar algunas cosas. Es gratificante saber que tuyo es lo que portas, no lo que tienes... me explico, mío es sólo este cuerpo, todo lo demás es el Resto. Como este cuaderno de química por ejemplo, una muestra bastante generalizada y bien lejana, es nada, materia que viene y va. Pero, paradójicamente, la memoria, los recuerdos se alimentan de ello ¡es todo un trabajo "trabajar" -sha- la memoria! Debes cargar con el Resto a todos lados, sino, tus sensaciones se vuelven finitas. No quiero este cuaderno, quiero deshacerme de cosas... así que le preguntaré a mi mamá con el fin de que ella decida, en realidad, será un "no lo quiero, ve tú qué haces con él" para que, obviamente, lo guarde y se lo muestre a mi sobrina con un "¡oh! el cuaderno de tu tía" ¿es idea mía o luego de años de no escuchar a María Mena ésta me parece desafinada? Me han dicho que escucho pura mierda... cds del recuerdo. ¡Plop! =( Mi mamá me ha dicho que si quiero lo boto, si quiero lo dejo. No importa, creo que se irá a la basura. Miro las ecuaciones y recuerdo cuando la profe Vero me decía "Rita, sea más ordenada, mire que así no puedo revisar yo" y yo ponía mi cara de Poullitous en fuga. Me acordé ahora de San Pedro de Atacama, porque, efectivamente, tengo el diccionario CKUNSA-ESPAÑOL jojo. 
Noooooooooooooooooooooo los A*teen me atacan jajajajajajaja... noooooo sugar rush... nerd nerd

Encontré un dirario de vida del 2004, cuando llegué a Coyhaique. Luego de unos meses dice: ahora tengo varios nuevos amigos... más nerd yo por favooooooooooooooooooor. Agradable... valoraba eso... y lo escribía jajay con las descripciones le achunté medio a medio =).
Me di cuenta que tengo un archivador de cartón desde el año 2000, hoy morirá. Encontré, también, un cuaderno con dibujos de corazones que caracterizan distintos tipos de amor. Creo que lo hicimos con Paola en Curicó. Jaja, yo intentaba imitar la letra de mi hermano abajo de los corazones.
¡Peoooooooooooooooooor! ¡¡Encontré ahora los corazones en goma eva!! Listos para convertirse en colgantes para la pieza. Wuau, hace años que no recordaba qué cosas tenía... he vuelto a descubrir cosas que ni idea tenía que guardaba.


Casi siempre me pasa lo mismo, termino de escribir algo cotidiano que siento simplón y pienso en las tantas cosas que improtan más como problemas que superan todo. Entonces, quiero ir a salvar ballenas y grtiar en la calle o comienzo a excusarme (que alguien me calle ¡por favor!)... bla bla. No lo hago más.
*a los que me han prestado libros, éstos serán devueltos antes del domingo.


Pienso que siempre hay tiempo para no hacer las cosas.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Pensé un rato y nos vi en una escena de esas lindas que tienen los finales de cada capítulo de una serie. La cámara se acerca desde fuera del local y arriba, se acerca y llega a nuestra conversación -esa sería la entrada a la última parte del capítulo- y lógicamente en el final la cámara se aleja tal como llegó a nosotros. Así, tan simple. Estando allí comiendo ese churrasco gigante que necesitamos, nuestra porción de chatarra después de tantos vinos, pizzas y empanadas de choclo o champiñones. Conversando y riendo, porque la vida parece simple, pero no enfrascada. Entonces hablamos, soltamos risas y aventuramos el conocimiento, porque realmente después de tanto esfuerzo todo se ha dado. Hablamos de la película y sentimos el presente más que antes. Yo lo siento más que antes, casi no recuerdo el pasado, ya los recuerdos ni aparecen y cada día apunto memorias frescas para llevar hasta antes de dormir y dejarlas partir, creo que así son puras. Frescos como lechuga. Entonces, vuelvo a contarte ahora, no usé tanta imaginación, sólo me senté a descansar y vi la escena... de esas felices, de esas que aparecen a cierta hora y terminan según el tiempo dado a comerciales. Se ve tan tacaño, porque casi no dura, pero la verdad es que no tiene duración, porque bien sabemos que no pertenece esto a esa norma de medición ni a ninguna otra. Puedo escribir esas coincidencias que hablamos y serían "colmos" -reímos tanto-. Qué rico conocernos así.
Me haces bien.


Head over feet?

sábado, 30 de enero de 2010

Sí... puedo confesar. Por primera vez debo decir que... que... que... SOY FANÁTICA.
Fanática de Glasvegas ♥ ¿y qué? Me hace feliz, me llena el vacío que es bien poco en realidad, mejor borro es parte, es "nada que ver"-, me hace gritar, me hace odiar, amar, llorar y todo eso que te produce algo que va más allá del control: éxtasis.
Y sí, hay que intentar conocer cosas nuevas,¿verdad?
Como suponer que estás a una hora de acá. O mejor, a minutos, a pasos.

Me mareé con tanta producción xD, me gustó, pero marea igual.

domingo, 24 de enero de 2010

Sí, a esta hora, sigo despierta.
¡qué tuto! =).

sábado, 23 de enero de 2010

Sin sentimentalismo.

Escuchaba música mientras planeaba como crear el collage con fotos impresas el día de hoy. Y escuché esta canción que, cero sentimentalismo, me encanta. Luego pensé en algo que la acompañe y encontré esto en mi libreta.
Aquí está (debes escucharla antes de leer, mientras se lea o después de leerla):

Simple Together - Alanis Morissette
You've been my golden best friend...


Hay noches en las que no puedo dejar...
no puedo dejarte de pensar antes de dormir
hay noches en las que ni apareces y mi cerebro olvida que existes
se olvida que exististe... para mí.
Y me pregunto, sin mucho sentir, si pensarás en mí
en mí como ser que existió... para ti.
Si pensarás lo que fuimos, deseamos y soñamos.
Pasado.
A veces, sólo tengo nostalgia
A veces, sólo obtengo negación
Y siempre no te tengo
siempre no lo sé
Siempre estoy sólo yo
en mi cama antes de dormir.

miércoles, 20 de enero de 2010

domingo, 17 de enero de 2010

REJAZZ- REGINA SPEKTOR


Hoy de verdad me estoy riendo, es que no me propongo escribir cuerdamente en este momento o con una buena gramática gráfica, será como un vómito o diarrea me da igual, sólo tengo que decirlo, porque un día llegarás aquí o, mejor aún, puede que nunca llegues y eso hará de mi dicha algo concreto, que esto quede en este vacío esperado, que nadie toca y que nadie es pedido a venir... porque lo escribiré. Hoy te extraño y no lamento más nada... sólo el daño que pude causar, tanto a un tú como a cualquiera que haya rozado con mi vida. Y ni siquiera es lamentar tanto, es adorar los recuerdos que me quedan... que son bellos y hoy, sólo al recordarlos -porque no es algo que me propongo, llegan con un "ahhhh" (el duque me mira enojado)- me pareció que se desvanecían, que luego de mucho tiempo, hoy, por primera vez, los sentía con la misma intensidad del día en que los grabé en mi sentir, entonces, palpé cómo se despedían de mí y mi alegría era tal, que deseaba llorar o abrazarte, para darte por enterado, que hoy, al fin, te he liberado.
Ya estás libre hace rato, mucho antes de lo formalizado... el punto es que los recuerdos hacían tedioso todo lo bonito, lo "ahhhh" como decía antes.
Y mientras me quedaba dormida en el sillón, casi por completa recostada y con un libro y una libreta bajo mi cara, estos recuerdos aparecían y me despertaban, haciéndome ver, a ratos, el televisor... tomando una imagen algo distorsionada de mi cuerpo... simulaba el ir y venir de esas imágenes...


No fechado  (pero no este 2010)

martes, 5 de enero de 2010

Lo tomé prestado de otro blog...





Lo mejor es que ahora no hay amargura.
¡listo! Lo último que me faltaba... que mi mamá me comprara un cobertor de color amante a mis emociones. Hace bastante tiempo que habíamos hablado de uno que combinara conmigo -¡qué tan difícil puede ser!-, era hora de dejar a mickey mouse atrás, nunca me había preocupado el cobertor de la cama... Sólo esa vez que tuve un juego completo de cama con minnie mouse de protagonista; el primer día que mi cama se disfrazó estaba yo esperando con ansias que la luna llegara para meterme a dormir. Con todo el orden posible; sábanas estiradas, cojín en su punto medio y yo, yo recostada en la mitad, con mis manos simétricamente alineadas... era tanta la emoción que desperté en el mismo lugar y nada movió mis brazos. Recuerdo a mi mamá esa mañana en la puerta de mi pieza al encender la luz, reírse porque su hija era una estatua.
Desde entonces, creo que no le he dado importancia...aunque siempre he creído que el cobertor da un toque de plenitud a la pieza. Creo que, a pesar de no importarme, me he imaginado encima de distintos colores, probando cuál de ellos me haría sentir más cómoda.
Ahora, temo que tanta corazonada me lleve a circunstancias que realmente no deseo. Desde hace mucho que no me encontraban esas emociones de escribir -y no lo que escribo precisamente ahora-... A veces, cuando esos deseos me atrapan, corro a por un lápiz y un papel y luego comienzo a dar vueltas y a encontrarme. Otras, simplemente me quedo ahí donde me encuentre y disfruto la sensación de que algo bueno podría ocurrir si me levanto y hago lo primero que suelo hacer... pero es tan bueno lo que se siente, que sólo me aferro a esa libertad de sentir y me quedo quieta, cierro mis ojos... Al rato podré arrepentirme por no escribir diciéndome que ya volverá ese impulso en otra ocasión.
El punto es que desde que llegó este cobetor a mi pieza quiero escribir a cada rato y esa sensación que venía de vez en cuando, está a cada momento... ni siquiera me deja disfrutar el sentimiento que me da. Ya ni sé si lo que escribo tiene sentido alguno o es sólo una explosión de algo que no pertenece a mí. Los días soleados están presentes -quizás no deba culpar al sol- y me llenan de pensamientos, ciertos o no, y desencadenan en exquisiteces de imágenes, las que espero haya vivido -o viva en algún momento- o visto en algún lugar... para no pensar que son irreales.
No es la gran cosa... creo que la simpleza y posible banalidad en la que puedo caer al contarlo me ha traído a este lugar. Por lo menos el Duque disfruta de él... ahí está, completamente entregado al color, riéndose porque él sí está descansando mientras yo escribo perdida.

¡Para colmo combina con mis cortinas!